Hace un par de semanas estaba haciendo la compra en uno de estos lugares, que pertenecen a una gran cadena comercial española, donde tienen de todo. Mientras esperaba la fila me fijé en un hombre que, apresurado, intentaba elegir uno de los ramos de rosas que ofrecían con motivo de la ¿festividad? del 14 de febrero.
Estos detalles que nos muestra la vida de vez en cuando dan que pensar. ¿Nos imponen los sentimientos? ¿Por qué nos vemos obligados a mostrar las sensaciones que nos provocan las personas un día concreto? ¿No es mejor sorprender a nuestros seres queridos? Es increíble como la sociedad, poco a poco, nos ha obligado a celebrar cosas de estas que no son más que consecuencias de un consumismo que nos devora sin ser conscientes de ello. Lo mejor de todo es que vivimos en un tiempo en el que todo se ha deshumanizado y las parejas se rompen con mayor facilidad. Hemos olvidado el significado de palabras como fidelidad, compromiso, compartir... Pero aún así nos piden que demostremos nuestro amor a la persona que comparte con nosotros cada segundo del día... Contradicciones increíbles...
Esto es en lo que creo. El amor ha dejado de existir y ha pasado a ser una necesidad que los humanos necesitan cubrir igual que la sed o el hambre. Así pasa. Se hace rápido y mal y las consecuencias son fatales. Las personas creen en un compromiso que se tambalea cada segundo porque se olvidan que en este juego llamado amor hay que perder para poder ganar. Nos imponen sentir, nos imponen tener una relación porque eso dará estabilidad a una parte de nuestras necesidades humanas... Todo eso nos lleva al fracaso en dicha parcela y cuando una persona empieza a acumular varios tropezones se olvida de cubrir esa parcela y, por supuesto, del objetivo primitivo de compartir un sentimiento que no es otro que unir caminos para complementarse y estar un pasito más cerca de la utópica felicidad.
Probablemte sea mejor ser cobarde y no comprometerse con nadie más aparte de con nosotros mismos o quizás nos fuese mejor si nos comprometiésemos cada noche con alguien del que no sabremos nada al día siguiente... Lo que sea antes de vivir una farsa que se hace aún más latente el 14 de febrero...
14 de febrero... una fecha complicada, sin duda. ¿Impuesta? probablemente, cuando yo empecé a jugar a esto, ya existía.
ResponderEliminar¿Agradable? Depende de cómo tengas de cuidada la parcelita cuando llegue ese día... para unos sí, para otros no.
Completamente de acuerdo contigo en lo referente a las demostraciones, mejor ser un poco más espontáneo. Al menos, más original.
Pero al margen de eso, no considero que sea culpa del amor, sino de su mal uso. Igual que no es culpa de las tijeras que cortan la rosa, sino de quien las empuña. El amor en pareja es un sentimiento arrebatador, que puede hacer que te sientas dichoso o desgraciado con un solo detalle. Qué te voy a contar a tí, seguro que has tenido oportunidad de comprobarlo.
Legítima tu postura, pero algo resentida. Intenta darle algo más de confianza al tema, sé un poco más despreocupada en ese sentido, mide tus esfuerzos y tus sufrimientos, que es lo único que te puede hacer caer.
Estoy convencido de que al hacernos mayores (sí, más viejos), nuestra experiencia alimenta nuestro criterio.
Un saludo